Fernando Egozcue. Guitarra
La música de Fernando Egozcue
Dicen, aunque puede que no sea cierto, que algunas músicas indígenas, o la música antigua de carácter religioso, eran impersonales, anónimas: una mera herramienta funcional practicada colectivamente con el fervor que nos comunica con las deidades. Pero también se describe en las mitologías el deseo humano de crear, subiendo como Ícaro a lo más alto con voz propia, algo que para los dioses era un desafío.
Nuestro mundo contemporáneo se caracteriza por una enorme riqueza y variedad de estilos en todas las artes, junto con todas sus fusiones y combinaciones, donde conviven y a menudo intercambian sus papeles, lo bueno, lo feo y lo malo. Y esto lo percibimos más como riqueza que como confusión, más como posibilidad que como la puerta que se cierra.
La música de Fernando Egozcue ha venido a juntar los opuestos, a enfocar, a desgranar, a superar la diatriba entre lo individual y lo colectivo, entre lo clásico y lo contemporáneo, entre lo formal y lo espontáneo…. Ha venido a hablar una lengua familiar para todos, como un esperanto musical que permitiese rematar la torre de Babel hasta alcanzar los cielos, pero congraciando lo humano y lo divino.
No es, sin embargo, la solución de un acuerdo amable –música de fondo para no molestar ni tampoco ser escuchada-, ni el terreno neutro donde se negocian los armisticios, sino todo lo contrario: intensidad, compromiso y pasión en cada acorde, en cada compás de los múltiples vericuetos por donde el autor forja sus aventuras, tomando –que para eso es argentino- de aquí y de allá, sin olvidar sus raíces ancladas en el tango. Fernando es como aquellos grandes pintores que tras dar sobrada muestra de su técnica, en el acto creador saben que en la infancia, como en el vino, está la verdad. Y así se pasea por sus mundos como si sus ojos lo vieran todo por primera vez, desinhibido, sin miedo, yendo de las selvas sonoras a los desiertos, de la soledad al ruido, de la contención al exceso, haciendo música viva de relieves y contrastes, apostando fuerte, porque es de la estirpe de los músicos cuya profesión debería de ser considerada de riesgo.
Enlaces
http://www.fernandoegozcue.com/
